jueves, 28 de julio de 2011

CAPITÁN AMÉRICA

El Capitán América fue el primero de los superhéroes de Marvel. Apareció en marzo de 1941, ocho meses antes de que EE.UU. entrara en la Segunda Guerra Mundial. La inolvidable portada del cómic mostraba a un joven soldado luciendo una bandera americana en el pecho y propinándole un puñetazo a Hitler. Supuso no sólo una gran representación del ideal americano de su época, sino también el héroe que no ha nacido para tal sino que ha tenido que esforzarse para seguir adelante con valentía inquebrantable y confianza en sí mismo.

Producida por los estudios Marvel y Paramount, y dirigida por Joe Johnston, "Capitán América: El primer vengador" es, junto a “Thor”, los dos grandes estrenos de este año del universo Marvel. La historia comienza en 1941: el mundo está desgarrado por la guerra. Tras varios intentos frustrados de ingresar como militar para luchar junto a sus amigos en las Fuerzas Aliadas, el beligerante y flacucho Steve Rogers (Chris Evans), un joven de 53 kilos de peso, participa en un programa experimental que lo convertirá en el súper soldado conocido como el Capitán América. En su nueva y musculosa encarnación, el Capitán América une fuerzas con su amigo Bucky Barnes (Sebastian Stan) y la Teniente Peggy Carter (Hayley Atwell) para luchar contra la malvada organización Hydra, la división científica de los nazis encabezada por el villano Calavera Roja (Hugo Weaving).

Joe Johnston ha conseguido hacer de esta película -que podría haberse quedado en la lucha de los buenos contra los malos y un repertorio considerable de efectos especiales- una historia con corazón. Desde el primer momento se preocupa de que el escuchimizado protagonista caiga bien por su valentía y determinación aunque no le acompañen sus fuerzas físicas. Su personaje va de un extremo a otro: desde un chico rechazado del cual se aprovechan los demás, a un líder dinámico y estimado por todos, en un alarde de tecnología en efectos especiales: usando la cabeza del actor y el cuerpo flaco de otro, “empequeñeció” a Chris Evans, manteniendo intacto el espíritu valiente y humilde del personaje.

Quizás se le puede achacar la excesiva importancia que se da a un cuerpo perfecto en nuestra sociedad, a la fuerza física por encima de otros valores, aunque en este caso no se descuida del todo la dimensión psicológica, ya que tomando el mismo suero dos personas tan dispares, los efectos son distintos: Rogers se convierte en el valeroso y patriota Capitán América y el villano nazi en un monstruo espantoso deseoso de dominar el mundo.

La película tiene mucha acción, es muy interesante de principio a fin y sorprende con su llamativo e inesperado final. Para todos los públicos.

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