viernes, 26 de diciembre de 2014

WALESA, LA ESPERANZA DE UN PUEBLO

¿Cómo es posible que una sola persona lograra cambiar el mundo de forma tan decisiva? A Contracorriente Films presenta este biopic del líder del sindicato Solidaridad, Lech Walesa, Premio Nobel de la Paz 1983 y primer Presidente de Polonia tras la caída del comunismo. 

Dirigida por el director polaco Andrzej Wajda, que ha firmado, entre otras, películas como “Katyn”, ha sido estrenada en varios festivales cinematográficos y seleccionada para representar a Polonia en los próximos Oscar.

Durante las represiones de las autoridades comunistas polacas contra los trabajadores de los astilleros de Gdansk en 1970, uno de los obreros, decidió no seguir las normas marcadas y empezó una revolución, que no sólo significaría el final de la dictadura en Polonia, sino que además haría tambalear la Unión Soviética. Esta es la historia de cómo se forjó ese héroe: Lech Walesa, interpretado magistralmente por  Robert Wieckiewicz.

La película empieza cuando la célebre periodista italiana Oriana Fallaci (Maria Rosaria Omaggio) se presenta en el bloque de pisos donde viven los Walesa para entrevistar al sindicalista por su concesión del Premio Nobel de la Paz. Junto a la conversación, rebosante de emociones y del humo de los cigarrillos, fluye toda la historia de lo que ocurrió en los astilleros de Gdansk, en flashback: la influencia de la elección del Papa polaco Juan Pablo II, las ansias de libertad del pueblo oprimido, la escasez, etc.

También muestra la relación tan especial entre Lech y su esposa Danuta (Agnieszka Grochowska), a la que se da bastante protagonismo, su hogar repleto de niños, los problemas cotidianos, tan importantes como la política… La lucha por la libertad y la patria, el amor a la familia, el miedo a la perdida del trabajo y la sensación de inseguridad, la necesidad de someterse a las autoridades y el deseo de rebelarse, el sentido del deber, la cárcel, el compañerismo, la fe en Dios… todo se va narrando con una gran fuerza en esta apasionante película sobre acontecimientos no muy lejanos que cambiaron la faz de Europa.

Sería un crimen perdérsela.



jueves, 20 de noviembre de 2014

NUNCA ES DEMASIADO TARDE

John May (Eddie Marsan) es un funcionario londinense municipal, bondadoso y humilde, cuyo consiste en encontrar a los familiares de los que han muerto solos. Es un tipo meticuloso hasta la obsesión y su solitaria vida es rutinaria y pacífica. Él mismo se encarga de los funerales de los finados cuando no encuentra a nadie que se haga cargo de ellos y, de alguna manera, los “adopta” como propios y procura darles un servicio fúnebre lleno de dignidad, escogiendo la tumba, la música, etc.

Pero un día su jefe le anuncia su despido por recortes. Involucrado todavía en su último caso, que es precisamente un vecino suyo alcohólico, John le pide un plazo para terminarlo, y de este modo se adentra en una aventura imprevista, acercándose a la interesante vida del fallecido y conociendo a su hija Kelly (Joanne Froggatt) que le abre nuevos horizontes en su vida.

“Nunca es demasiado tarde” (“Still life”) -cuya traducción al castellano no parece muy acertada- ha recibido 4 galardones en la Mostra de Venecia y otros premios en festivales cinematográficos, entre ellos un Globo de Oro en Italia. Se trata de una historia cotidiana, llena de humanidad, amable y sencilla, dirigida, escrita y producida por Uberto Pasolini. Esta producción italo-británica basada en hechos reales tiene un ritmo pausado y tranquilo, al estilo de las últimas películas del maestro Yasujirô Ozu, según confiesa el director, con primeros planos, detalles, repeticiones, paralelismos… que sin embargo en ningún momento se hace pesada ni le resta un ápice de interés. Una historia que hace pensar.

La moraleja del film, que medita sobre el doloroso tema de la muerte en soledad y de los funerales fríos, es hacer hincapié en la crueldad de la sociedad moderna que, incluso, dentro de una comunidad de vecinos permite tanto el anonimato y el desinterés de unos por otros. Pero a esto Pasolini ha añadido un desesperanzado fatalismo como para acentuar aún más el dolor del desamparo, que hace que el espectador salga bastante frustrado del film.

martes, 4 de noviembre de 2014

ESPACIO INTERIOR

European Dreams Factory, distribuidora con el claro objetivo de traer a España películas que transmitan un mensaje enriquecedor con cintas familiares y con valores positivos, presenta un apasionante thriller biográfico basado en hechos reales ocurridos en 1990 en México, sobre el secuestro del arquitecto Bosco Gutiérrez, que permaneció 9 meses encerrado en un zulo de 3 x 1’5 metros. Se trata de la ópera prima del director mexicano Kai Parlange, que se ha encargado también de parte de la edición y los guiones.

Lázaro (Kuno Beker), secuestrado, golpeado y encerrado en un pequeñísimo cuarto sin ventanas, se enfrenta a un aislamiento absoluto sin saber si es de día o de noche o qué va a ser de él y de su familia. Al sentir que los ha traicionado, cae en un abandono profundo y llega al borde de la muerte. Pero se produce un pequeño hecho que le devuelve la esperanza, dándose cuenta de que tiene un “espacio interior” suyo solo, y que su voluntad y su amor siguen siendo libres.

A raíz de ese instante sabe que ha de mantenerse en forma física, mental y espiritualmente para elaborar un plan de escape. Y en las reducidas dimensiones del zulo establece un horario y una disciplina para hacer ejercicio, rezar, recordar a los suyos y plantearse las prioridades de la vida. Su dignidad y fe en Dios y el amor de su familia serán los pilares que le mantendrán firme ante la constante posibilidad de ser ejecutado por sus captores.

Se trata de una película enternecedora, positiva y muy dura a la vez, muy claustrofóbica, con un desenlace trepidante e inesperado, donde el día a día y el hora a hora tejen la increíble e interesantísima aventura del protagonista que demuestra que un ser humano será siempre esencialmente libre, incluso en las peores circunstancias.

Muy recomendable para jóvenes y adultos. Se estrena el 7 de noviembre.

lunes, 6 de octubre de 2014

COHERENCE

Opera prima del director James Ward Byrkit, que es también guionista de este thriller de ciencia-ficción, con Emily Foxler y Maury Sterling, en los papeles protagonistas de Em y Kevin.

Un grupo de amigos se reúnen para cenar y ver pasar un cometa. Mientras charlan, alguien cuenta lo que pasó en Finlandia en 1923, cuando un cometa hizo que los habitantes de un pueblo quedaran completamente desorientados, originando comportamientos muy extraños, e incluso una mujer llamó a la policía alertando de que el hombre que estaba en su casa no era realmente su marido… ¿Puede acaso repetirse ahora la misma historia?

Con estas premisas se estrena esta película de bajo presupuesto, realizada en tan sólo cinco noches, en una habitación y sin ensayos. El bajo presupuesto y la improvisación efectivamente se nota, y mucho, pues parece rodada con una cámara al hombro por sus continuos movimientos, primeros planos, enfoques y desenfoques constantes, que hace muy molesta su visión. La trama es aburrida y los problemas psicológicos que intenta plantear no son ninguna novedad y no acaban de estar bien dibujados. La idea es buena, pero todo el tiempo amaga con algo mejor que luego defrauda, se queda en nada, en unos cuantos “sustos” y una supuesta explicación basada en la física cuántica y en el desdoblamiento de la realidad.

A pesar de esto, el film ha sido ganador del Premio al Mejor Guión en Sitges y Mejor Película en otros festivales fantásticos como FANT de Bilbao y Amsterdam, pero realmente es una película tediosa e ‘incoherente’, que no lleva a ninguna parte.

viernes, 4 de abril de 2014

NOÉ

No es extraño que a alguien se le ocurra llevar a la gran pantalla –con los medios tecnológicos con que se cuenta hoy día- la grandiosa historia de Noé y el diluvio universal. Pero cuando la maravillosa narración que nos cuenta el Génesis se “interpreta” como algo mágico y sin el contexto adecuado, cuando se escogen piezas de aquí y de allá y se dejan otras por el camino, sale lo que sale: elucubraciones dramáticas y visiones personales, aunque –eso sí- muy visuales.

De este film de Paramount Pictures se ha encargado el director Darren Aronofsky (“Cisne Negro”), que ha contado para ello con excelentes actores, como Russell Crowe, muy convincente en el papel del atormentado Noé, Anthony Hopkins como su abuelo, un extravagante Matusalén, Jennifer Connelly como su juiciosa esposa, Emma Watson como su hijastra, y Ray Winstone como el malvado descendiente de Caín. Los hijos, Sem, Cam y Jafet, están bien retratados, aunque aquí le dan a Cam –el hijo maldecido por Noé- un cariz muy contemporáneo y políticamente correcto. 

Conocemos lo que nos cuenta la Biblia: Noé y su familia viven en medio de la maldad y la violencia de los hombres. Dios se ha arrepentido de crearlos y decide suprimirlos de la faz de la tierra enviando un diluvio universal que acabe con todos, y empezar así desde cero. Pero Noé debe construir un arca y salvarse en él con su familia y una pareja de todos los animales. El drama se desencadena cuando Noé interpreta que ellos también deben morir y no está dispuesto a que nadie les sobreviva.

Esta fantasía de los autores de la película hace que ésta pierda su esencia. Además, con un tinte explícitamente naturalista, identifican la maldad de los hombres con los sacrificios de animales, la caza, etc, lo cual, personalmente, me gusta, pero se queda muy corto y es demasiado visceral. Es molesta además en algunas secuencias descriptivas. Por otra parte, a Dios se le presenta como un Creador injusto, vengativo y ajeno a los hombres. Y qué decir de  los “vigilantes”, unos seres de roca expulsados del Cielo, una confusión entre los ángeles caídos y los gigantes de Canaan, que parece que estamos viendo “La historia interminable”…


Es muy espectacular la parte del diluvio y el Arca, que fue una auténtica y enorme construcción según las medidas de la Biblia, no generada por ordenador. Y está bien resuelto cómo entran y se mantienen los animales en el arca, así como el arco iris final, señal del pacto de Dios con Noé. Pero en su conjunto, la película resulta larga y a ratos tediosa.

lunes, 17 de marzo de 2014

UNA VIDA EN TRES DÍAS

Kate Winslet y Josh Brolin protagonizan esta película, recién estrenada, firmada por el director norteamericano Jason Reitman, basada en una novela de Joyce Maynard. Paramount Pictures la ha traído a España.

Adele (Kate Winslet) es una mujer abandonada por su marido y atormentada por un drama que la película va mostrando poco a poco, que intenta sacar adelante a su hijo Henry (Gattlin Griffith) de 12 años. Rara vez sale de casa. Pero un día que debe comprar ropa su hijo, en la tienda se encuentran con Frank (Josh Brolin) que les pide ayuda o, más bien, se la impone. Se trata de un preso fugado herido que quiere ocultarse durante unos días. También vamos conociendo poco a poco la misteriosa historia de Frank y por qué lo condenaron. Durante su ocultamiento y casi secuestro de Adele y Henry, Frank se muestra amistoso y comienza a hacer limpieza y arreglos en la casa, lo que hace que poco a poco Adele y Henry se acostumbren a su presencia e, incluso, le tomen afecto.

La película es un drama muy tenso, con momentos sin embargo más relajados, como cuando Frank cocina y les enseña a hacer la tarta de melocotón. Presenta a Adele como una mujer triste, insegura y deprimida sexualmente, y a Henry como a un chico que, despertando a la adolescencia, se plantea interrogantes que su atormentada madre no sabe resolver. La determinación y fascinación que ejerce Frank sobre ellos les cambia la vida… en sólo tres días.

Además de la temática opresiva y dramática, contiene escenas con algo de violencia así como una recurrente obsesión por lo sexual, sin que haya sexo explícito, lo que la hace desaconsejable para menores.

jueves, 6 de marzo de 2014

LA BELLA Y LA BESTIA

Las grandes producciones de cuentos clásicos como “Blancanieves”, “Alicia en el País de las Maravillas”, “El Mago de Oz” y, próximamente, “Maléfica”, parece que están de moda. Con mayor o menor acierto, en general son producciones muy visuales, con un gran derroche de tecnología digital y un vestuario espectacular.

Ahora, de la mano de DeAplaneta, se estrena “La Bella y la Bestia”, adaptación del famoso cuento de hadas original, escrito por Gabrielle-Zusanne de Villeneuve en 1740, y popularizado por las versiones de Jean Cocteau y Walt Disney.

Dirigida por el francés Christophe Gans, es una cuidada y romántica historia protagonizada por Lea Seydoux y Vincent Cassel. La acción transcurre en 1810. Un mercader arruinado debe viajar para recuperar uno de sus navíos hallado intacto tras un naufragio donde lo perdió todo. Ante tan buenas noticias, sus caprichosas hijas mayores le piden vestidos y joyas, pero Bella, la más joven de sus hijas, sólo quiere una rosa para plantar en su jardín. Tras perderse en un inquietante bosque, el mercader descubre el castillo mágico de la Bestia (Vincent Cassel), que le condena a muerte por haberle robado una rosa. Sintiéndose responsable de la desgracia, Bella ocupa el lugar de su padre. Pero en el castillo de la Bestia, no sólo no le espera la muerte, sino una extraña vida y unos extraños seres.

Gans se ha ceñido a la historia original de Villeneuve, donde el padre de Bella (André Dussollier) tiene un papel importante, mayor que el villano Perducas, interpretado por el español Eduardo Noriega.

La película, rodada íntegramente en estudio, es muy entretenida y tiene un buen ritmo. Transcurre entre la “vida real”, ubicada en el primer imperio francés, y en los dominios mágicos de la bestia, que nos traslada a una época anterior.

El trabajo de postproducción es brillante, de una estética esplendorosa, entre gótica y manuelista -el estilo renacentista portugués-, con detalles barrocos y hasta mesopotámicos, lo que da un resultado ecléctico con unos efectos visuales muy buenos, sobre todo las enredaderas de rosales que lo invade todo. El vestuario es también bastante espectacular, especialmente los suntuosos vestidos que se encuentra cada día Bella al despertar.

Los cuentos de hadas encierran todos una moraleja. En éste no se ve tan clara, aunque se contraponen los caracteres de las hermanas frívolas, egoístas y avariciosas frente a la bondad de Bella. Tampoco está bien narrado el “paso” del temor al amor que se da en la heroína, sino que de repente nos encontramos con que de buenas a primeras está enamorada de la Bestia… y no es suficiente explicación lo que ve de la vida anterior del príncipe en sus sueños.

Por eso, es una película para pasar el rato y visualmente muy bonita, pero nada más. Contiene detalles sensuales.


martes, 21 de enero de 2014

HÉRCULES, EL ORIGEN DE LA LEYENDA

De la mano de DeAPlaneta, la película, del director Renny Harlin, recrea los orígenes del célebre semidiós dorio con una reinterpretación muy libre de la mitología griega, contada desde la perspectiva de un joven guerrero que debe enfrentarse a su destino para liberar a su pueblo.

En un intento desesperado por liberar a su pueblo de la opresión de su vengativo esposo, el rey Anfitrión (Scott Adkins), la reina Alcmena (Roxanne McKee) dirige sus súplicas hacia Hera y fruto de sus plegarias nace Alcides (Hércules), engendrado por Zeus. Ajeno a su verdadera identidad, Hércules (Kellan Lutz) sufre el desprecio del rey Anfitrión, quien sabe que no es hijo suyo, favoreciendo a su otro hijo Ificles (Liam Garrigan), envidioso y cobarde. El joven Hércules se enamora de la bella Hebe (Gaia Weiss), princesa de Creta, pero Anfitrión proclama que será Ificles quien contraerá matrimonio con la princesa y heredará el trono. Hércules, junto con su compañero Sotiris (Liam McIntyre), es enviado a una guerra ficticia y cae en una emboscada. Vendido como gladiador, su afán es regresar y recuperar a su amada de las garras de su hermano.

Rodada en espacios naturales de Bulgaria, es una historia bastante plana en su planteamiento, totalmente previsible y con guiones no muy exigentes, pero óptima en su puesta en escena, tanto en las tomas de acción y lucha como en los decorados; también en la fotografía, sombría y tirando a sepia al estilo de “300” -salvo en las escenas románticas, que son luminosas-, y en el vestuario, muy cuidado, y un brillante trabajo de armería para los guerreros. Aunque se hace mucha exhibición de músculos y bíceps, las interpretaciones son aceptables.

La película no tiene casi nada que ver con la fábula mitológica del héroe griego. Sólo hay una breve escena, la del León de Medea, relativa a los famosos trabajos de Hércules y su fuerza sobrehumana. Se trata más bien de una película de aventuras con el leit motiv de la historia romántica entre Hércules y Hebe y la lucha entre buenos y malos. Está bien para pasar un buen rato de entretenimiento. También en 3D. Para jóvenes.