miércoles, 16 de diciembre de 2009

Todos están bien


Se trata de una comedia dramática de Miramax que plantea sobre qué pilares se está educando a los hijos. “Everybody’s fine” está escrita y dirigida por Kirk Jones, protagonizada por Robert de Niro, Drew Barrymore (la inolvidable hermana pequeña de Elliot, el protagonista de “E.T. el Extraterrestre”), Kate Beckinsale y Sam Rockwell.

Todo se centra en Frank (Robert de Niro), un jubilado y viudo reciente que se ha pasado la vida trabajando en sistemas de telecomunicaciones y ha dedicado poco tiempo a su familia. Un fin de semana invita a sus cuatro hijos, desperdigados por el país, a una barbacoa para “sentarlos a todos alrededor de la mesa”. Pero la víspera comienzan a excusarse uno a uno, por lo que el padre decide averiguar directamente qué les ocurre y presentarse en sus casas dándoles una sorpresa. Así que, pese a su poca salud, recorre Estados Unidos para terminar descubriendo que las vidas de sus hijos no son como él esperaba... o como le habían contado. Y se da cuenta de que han crecido y no les conoce apenas.

Entonces Frank se lamenta “de haberles exigido”, de haberles presionado a tener metas altas profesionalmente. Y se autoinculpa por haber recibido mentiras en lugar de respuestas sinceras, con el fin de no decepcionarle.

La película presenta la soledad de las personas mayores de un modo muy elocuente, el egoísmo de los hijos que montan sus vidas y se olvidan de sus padres ancianos, pero sobre todo, los fallos en la educación de los hijos, la falta de tiempo, etc.

De todas formas, a mí me parece que el mensaje de la película es algo ambiguo. Por un lado lanza frases como “hay que dejar a los hijos escoger por ellos mismos”, “lo verdaderamente importante es que sean felices hagan lo que hagan”, argumentos algo peligrosos cuando se quiere educar con criterio y no “a lo que salga”. Pero también es una bonita reflexión sobre esos momentos desaprovechados cuando son pequeños –el tiempo vuela-, por tantas ocupaciones de los padres, en que no se les lee un cuento, no se habla de las cosas que verdaderamente les preocupa, o simplemente, no se está con los niños compartiendo el día a día.

A mí me gustó y me interesó de principio a fin. Creo que se puede sacar ideas útiles de ella. Robert De Niro está genial, hay escenas verdaderamente bien contadas y se utiliza la metáfora y los encuadres de cámara de una forma muy poética. Se estrena el 30 de diciembre.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

El mejor


“The greatest”, de la productora DeAplaneta, es el primer largometraje de la directora Shana Feste, que ha querido hacer una historia cotidiana al estilo de "Gente corriente". Para ello, ha contado con un reparto de lujo.

Se trata de un drama que cuenta la historia vivida por una familia bastante desastrosa, que pierde al hijo mayor adolescente, Bennet (Aaron Jhonson), en un accidente de tráfico. Horas antes, Bennet se declaró a Rose (Carey Mulligan), compañera de instituto y volvían a casa tras mantener las primeras relaciones sexuales sin apenas conocerse. Los padres del chico, Grace y Allen (Susan Sarandon y Pierce Brosnan), destrozados, no saben cómo superar la pérdida; es entonces cuando Rose, sin nadie que la ayude, aparece y les dice que espera un hijo de Bennet... Cada uno asimila esta sorpresa de una forma diferente.


La historia prometía bastante con este argumento, pero tiene un regusto amargo desde el principio hasta el final. El desencanto de los personajes, el ambiente social bastante lamentable, los guiones con esas frases pseudotrascendentes tan en boga... Ya es bastante penoso que la primera escena de la película sea precisamente la de la intimidad de los dos adolescentes el primer día en que se dirigen la palabra y que el lenguaje sea bastante burdo. Además, se plantea el aborto como algo tan válido como tener el bebé.

La familia a la que va a parar Rose está a punto de saltar por los aires: la madre, médico, tiene un carácter obsesivo y la relación con su hijo pequeño se reduce a analizar su orina para comprobar si toma drogas; el padre es un profesor de matemáticas, que acaba de salir de una aventura amorosa; y Ryan, el hijo menor, es un drogadicto y un acomplejado, abrumado por el aura de su hermano muerto. Mediante “flashback” nos vamos enterando de que Bennet era el mejor... pero no queda claro en qué exactamente.

Susan Sarandon está espléndida, como en todos sus papeles dramáticos. Me gustó ese detalle tan real y humano como despertarse llorando cada mañana al acordarse de su hijo muerto. A Pierce Brosnan estamos más acostumbrados a verlo como James Bond y en papeles de duro y no me pegaba mucho en este rol. Y en cuanto a la joven Carey Mulligan me parece que es bastante buena actriz y puede ser una revelación en el futuro.

De todas formas, “El mejor”, que se estrena el 1 de enero, es una película de la que se puede prescindir sin ningún problema y que, en general, no aporta gran cosa.