miércoles, 10 de febrero de 2010

The lovely bones


Se trata de una fascinante historia, narrada por la propia protagonista, Susie Salmon, una chica de 14 años que cuenta cómo fue asesinada cuando volvía de colegio, y las repercusiones que su desaparición tiene en su familiar y amigos. En dos planos paralelos, vemos su desconcierto después de su muerte, vagando por una especie de limbo, y el drama de su familia, sobre todo de su padre que se empeña en descubrir quien la mató ante la incapacidad de la policía por encontrar el cadáver.

Atrapada en un más allá intermedio, luminoso y onírico, que recuerda mucho a la producción “Más allá de los sueños”, de Steven Spielberg (uno de los productores), Susie no se decide a cortar los hilos y seguir su camino mientras su asesino, uno de sus vecinos, ande suelto y con ganas de matar otra vez. Susie tenía toda una vida por delante, muchas ilusiones que cumplir como entusiasta fotógrafa y un amor incipiente que la llenaba de ilusión. Por eso, sigue junto a sus padres, sus dos hermanos y su abuela, sin darse cuenta de que la vida debe continuar sin ella y sus padres han de reponerse del golpe.

La película está basada en una novela de Alice Sebold, “The lovely Bones” (Los huesos amados), que ya escribió otra titulada “Desde mi cielo”. La protagonizan Mark Wahlberg, Rachel Weisz, Susan Sarandon, Stanley Tucci, Michael Imperioli y Saoirse Ronan en el papel de Susie. La dirección ha corrido a cargo de Peter Jackson y ha sido producida por Dream Works y Film4.

Aunque la tragedia es manifiesta, hay momentos verdaderamente bellos gracias a una fotografía daliniana esplendorosa y llena de poesía, pero totalmente al margen de evocaciones religiosas. Aquí, el Cielo de los cristianos no aparece por ninguna parte, más bien se describe como un lugar en el que los recuerdos se borran y ya no tienes nada que ver con los seres queridos que andan aún en la Tierra... Nada más alejado de la doctrina cristiana.

Al mismo tiempo, y en el plano crudo y real, hay un claro mensaje de aviso a las adolescentes incautas que se dejan engatusar por desconocidos. Pero la historia no es triste en sí: en el fondo subyace un optimismo y un horizonte de esperanza, donde la venganza al final se resuelve por sí misma. Especial importancia le daría tanto al sonido en general como a la música, pues consiguen momentos de tensión muy intensos.

Aunque la temática es fuerte, no contiene escenas desagradables y utiliza –menos mal- la elipsis para las secuencias más violentas. De todos modos, sí contiene imágenes y sugerencias perturbadoras, por lo que no aconsejo la película a menores de 16 años.