lunes, 29 de marzo de 2010

Cómo entrenar a tu dragón


Otra espectacular producción de animación en 3D de los creadores de “Shrek”, “Madagascar” y “Kung Fu Panda”. Dirigida por Chris Sanders y Dean DeBlois, “Cómo entrenar a tu dragón” llega de la mano de DreamsWorks, que ha comercializado también el divertido videojuego de la película para la PlayStation3, Xbox 360, la Wii y la Nintendo DS.

Ambientada en el arcaico mundo de los rudos vikingos y los míticos dragones, cuenta la aventura trepidante de Hipo, un enclenque vikingo adolescente, hijo del jefe, que no acaba de encajar en la antiquísima tradición de su tribu como cazadora de dragones. Hasta que derriba a Furia Nocturna, la especie más rara e imposible de matar de todos los dragones. Entonces se da cuenta de que toda la vida han estado viviendo en la ignorancia en relación a los dragones y que es posible ver el mundo desde otro punto de vista.

La película es excelente, tanto en el contenido, como en la forma. Las especies de dragones tienen un aire pokemon, con divertidos nombres (Nader Mortífero, Pesadilla Monstruosa, Cremallerus Espantosus o Muerte Roja) y características especiales que les hace únicos, así como su manera de cazarlos… o entrenarlos. Hipo siempre puede contar con sus amigos, especialmente con Astrid, la intrépida vikinga, que es la primera en sospechar que Hipo mantiene un secreto: su amistad con un dragón. Al mismo tiempo, el film suministra mensajes con valores, como que con frecuencia ubicamos nuestra vida y nuestra sociedad sobre pilares de prejuicios, que pocas veces nos escuchamos y que la discapacidad no le hace a uno menos valioso.

La animación, el desarrollo de la acción y los fondos de paisajes son bellísimos, por ejemplo, la escena de la aurora boreal, las imágenes que se desarrollan en el agua y el fuego, y los vertiginosos vuelos de los protagonistas a lomo de los dragones.

Es, desde luego, una película para disfrutarla en 3D y en IMAX. Niños y mayores lo pasarán en grande. Una opción estupenda para estas vacaciones de Semana Santa.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Los Niños de Timpelbach

Adaptación de un cuento infantil que influyó enormemente en el guionista y director, Nicolas Bary, cuando lo leyó con 9 años. Ahora, ha cumplido su sueño de hacer esta película con los personajes y atmósfera que había imaginado desde la infancia.

En el pueblo de Timbelbach, una imaginaria y mágica aldea, los niños no hacen más que travesuras y se resisten a la autoridad de sus padres y maestra. Todos están hartos de ellos, hasta que deciden desaparecer 24 horas y ver cómo se las apañan sin ellos. Pero todo se complicará. Los niños, por su parte, se alegran de estar solos, pero acaban enfrentándose en dos bandas: la de los gamberros, encabezados por Oscar, y la de los juiciosos, liderados por Marianne, que decide que hay que trabajar para que todo funcione lo mejor posible.

La película, de firma francesa, cuenta en el reparto con Gerard Depardieu y Carole Bouquet, con papeles pequeños, junto a 25 niños entre los 7 y los 13 años, que son los que verdaderamente llevan el peso del guión. Todo se desarrolla en una atmósfera como de cuento de hadas, con multitud de detalles surrealistas a lo Tim Burtom, de gran colorido, y ubicado en un momento histórico intemporal. El vestuario de los adultos, por ejemplo, creado por Patrick Lebreton, es brillante y ecléctico, sobre todo el de la histriónica maestra, inspirado en el Siglo de Oro español, pero también los diferentes personajes visten como en la belle epoque, como en los años 30, con uniformes militares del siglo XIX o con togas y pelucas del XVII, según su papel. El de los niños es una mescolanza de estilos con bastante imaginación.

La excelente fotografía del film hace dudar de si la película se desarrolla en un escenario natural o en estudio. Se buscó en la Alsacia y en Aveyron un pueblo de aspecto medieval y mágico, y se acoplaron también excelentes decorados. Los maravillosos bosques otoñales pertenecen a Luxemburgo.

Pero la historia en sí es flojita y “dejà vu”: niños que se encuentran de repente solos y tienen que organizarse para comer, trabajar, etc, con el aliciente de que pueden hacer lo que quieran sin la cortapisa del adulto mandón. Son como los “niños perdidos” de Peter Pan. Aunque con intención crítica, se carga demasiado la mano en las escenas en que los niños, imitando el mal comportamiento de los adultos, se dedican al juego, a fumar y a beber, con ligeros detalles de crudo realismo. A pesar de todo, los niños estarán deseando reencontrarse con sus familias. El papel de los adultos no tiene matices, pero es así adrede, pues se quiere caricaturizar los roles sociales que encarnan: el alcalde, el alguacil, la maestra, el cura, los comerciantes…

“Los Niños de Timpelbach”, de la productora Filns&Pinículas, ha ganado un premio en el Festival Internacional de Cine de Gijón, es agradable de ver y divertirá a toda la familia.