Mañana, cuando la guerra empiece

Escrita y dirigida por Stuart Beattie, guionista de la saga Piratas del Caribe y Collateral, la película es un film de acción dirigida a un público juvenil, basada en una novela homónima de John Marsden.

Narra la historia de ocho amigos de instituto de un pueblo costero australiano, cuyas vidas se ven violentamente convulsionadas por una invasión militar desconocida que les obliga a reunir el coraje y la decisión para sobrevivir. En medio del drama, se abordan, con más o menos acierto, temas humanos universales como la amistad, el liderazgo y la valentía.

Ellie (Caitlin Stastey) y su grupo de amigos del instituto deciden vivir una última aventura antes de que acaben las vacaciones de verano: una acampada en un valle paradisíaco, donde disfrutan de la amistad y de la vida al aire libre. Al volver al pueblo, descubren que todo el mundo ha desaparecido y que el enemigo ha montado una especie de campo de concentración con todos los habitantes. Los adolescentes deciden no quedarse quietos y tratar de hacer algo aún a riesgo de sus vidas. De una vida fácil y muelle pasan de repente a ser maduros y a realizar acciones de las que nunca se hubieran sentido capaces.

A pesar de estar bien dosificado el drama y los personajes bien definidos –el speach del pasota Cris ante sus atónitos y agotados compañeros es lo mejor de la película-, le falta algo a la historia. La guerra es la excusa para presentar las diferentes actitudes de los jóvenes, con un retrato psicológico de cada uno bien pergeñado: la chica líder y dura, el cobarde, la ñoña religiosa hasta la ridiculez, el camorrista, la acomplejada, el guaperas… etc.

Su final presagia que, si tiene éxito, habrá más entregas de las aventuras del grupo. Para jóvenes.