¿Cómo es
posible que una sola persona lograra cambiar el mundo de forma tan decisiva? A Contracorriente Films
presenta este biopic del líder del sindicato Solidaridad, Lech Walesa, Premio
Nobel de la Paz 1983 y primer Presidente de Polonia tras la caída del
comunismo.
Dirigida por el director polaco Andrzej Wajda, que ha firmado, entre otras, películas como “Katyn”, ha sido estrenada en varios festivales cinematográficos y seleccionada para
representar a Polonia en los próximos Oscar.
Durante las represiones de las autoridades comunistas polacas contra los
trabajadores de los astilleros de Gdansk en 1970, uno de los obreros, decidió
no seguir las normas marcadas y empezó una revolución, que no sólo significaría
el final de la dictadura en Polonia, sino que además haría tambalear la Unión
Soviética. Esta es
la historia de cómo se forjó ese héroe: Lech Walesa, interpretado magistralmente por Robert Wieckiewicz.
La
película empieza cuando la célebre periodista italiana Oriana Fallaci (Maria
Rosaria Omaggio) se presenta en el bloque de pisos donde viven los Walesa para entrevistar al sindicalista por su
concesión del Premio Nobel de la Paz. Junto a la conversación, rebosante de
emociones y del humo de los cigarrillos, fluye toda la historia de lo que
ocurrió en los astilleros de Gdansk, en flashback: la influencia de la elección
del Papa polaco Juan Pablo II, las ansias de libertad del pueblo oprimido, la
escasez, etc.
También muestra la
relación tan especial entre Lech y su esposa Danuta (Agnieszka Grochowska), a
la que se da bastante protagonismo, su hogar repleto de niños, los problemas
cotidianos, tan importantes como la política… La lucha por la libertad y la
patria, el amor a la familia, el miedo a la perdida del trabajo y la sensación
de inseguridad, la necesidad de someterse a las autoridades y el deseo de
rebelarse, el sentido del deber, la cárcel, el compañerismo, la fe en Dios… todo
se va narrando con una gran fuerza en esta apasionante película sobre
acontecimientos no muy lejanos que cambiaron la faz de Europa.
Sería un crimen perdérsela.
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