Cuenta la historia de Saroo, un niño muy pobre de cinco años, que mientras ayuda a su hermano mayor a ganarse la vida, se queda dormido en un tren solitario que no admite viajeros y despierta al día siguiente con el tren en marcha y sin posibilidad de salir de él. El tren llega a Calcuta dos días después, a miles de kilómetros de su casa y de su familia. Saroo tendrá que aprender a vivir solo en una gran ciudad llena de peligros y acaba en un orfanato donde una pareja australiana lo adopta. Veinticinco años después, y contando tan sólo con sus recuerdos infantiles y las herramientas de Google Earth, decide buscar a su madre y hermano.
La película anglo-australiana, con 6 nominaciones a los Oscar y 4 a los Globos de Oro, tiene una narración sencillamente sobrecogedora, llena de potentes recursos visuales y de gran sensibilidad. Con un estilo épico, va contando la historia de Saroo desde el principio, sin flashbacks, para conocer bien el drama del niño. En la segunda parte de la película, se produce una escena de gran emotividad cuando Saroo de adulto, en casa de unos amigos que le han hecho una fiesta india, prueba por primera vez los “jalebys”, unos dulces típicos que jamás pudo comer y que su hermano siempre le prometía que le compraría algún día. Es ahí cuando decide buscar a su familia biológica. La tierna relación del joven Saroo con su hermano mayor Guddu, de unos 12 años, es un hilo emocional fundamental que atraviesa toda la película.
El director y el guionista consiguen ofrecer una película muy realista pero al mismo tiempo con una gran poesía en la fotografía y una maravillosa música. Con estos elementos va mostrando la miseria de los niños de la calle en la India, los peligros pero también la ternura que va despertando el pequeño Saroo en su entorno (y también en los espectadores). Porque el relato conmueve hasta la médula, no solo por ser algo que ha pasado sino por la increíble interpretación de los actores, de modo que parece que estás asistiendo en directo al drama. Dev Patel (Saroo adulto) logra también continuar la empatía del público con la extraordinaria historia que ya establece desde el principio el pequeño actor Sunny Pawar (Saroo niño).
Es una película sobre la familia, la adopción y los lazos familiares, pese a que la decisión de adoptar de los protagonistas se asiente en un motivo muy “sui generis”. Es una película sobre el amor y la ternura y, al mismo tiempo, sobre la realidad terrible y vulnerable de los niños pobres en la India. Pero todo es tan positivo y esperanzador, que deja con muy buen sabor de boca. Muy recomendable para jóvenes y adultos.
Trailer: https://youtu.be/780L9Wtj7bw
