jueves, 10 de marzo de 2016

TRIBUNAL

Magnífica película, “ópera prima” del director Chaitanya Tamhane, que aborda un drama judicial desde una visión costumbrista de la India actual. Fue seleccionada como representante de la India para optar al Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa y entre los más de veinte galardones recibidos se encuentran el Premio a la Mejor Película en la Mostra Internacional de Cine de Venecia y el Premio en el Festival Internacional de Viena (Viennale).
Con una narrativa pausada, casi documental y naturalista, cuenta la historia de un anciano de la casta “intocable”, activista y cantante popular, arrestado y juzgado por una acusación surrealista: la letra de una de sus canciones ha incitado al suicidio a un trabajador que limpia las alcantarillas. Durante el largo proceso, con innumerables papeleos, aplazamientos y despropósitos, vamos asistiendo al funcionamiento del sistema legal hindú, radicado irracionalmente en el siglo XIX, a la corrupción de los procesos judiciales (compra de testigos, manipulación de pruebas, prevaricaciones) y al arraigado régimen de castas que dificulta la justicia.
Desde esta gran crítica, asistimos al sofocante ambiente de los tribunales de primera instancia, que los productores de la película hubieron de reproducir fielmente por la prohibición de filmar en un tribunal real de Bombay.  La falta de sensibilidad ante los casos, la rutina, la desidia y la burocracia, es patente durante el juicio. Pero al mismo tiempo que va avanzando, el director hace un retrato de los principales personajes siguiéndolos a sus casas en su tiempo libre después del trabajo: el abogado, la fiscal, el juez, la viuda, y así vamos conociendo las vidas privadas de todos los afectados por el suceso, sus familias, sus circunstancias.
Casi ninguno de los actores es profesional y eso hace que la película funcione muy bien. Cada personaje pertenece a una casta, a una capa de la sociedad y a una cultura, muy difícil de comprender por los occidentales pero que se intuye. La naturalidad es maravillosa, realista y potente en sus detalles, tanto en los aspectos personales como en las calles, los barrios, las comidas, el vestuario o la música tradicional.

En resumen, una película reivindicativa que se sigue con un grandísimo interés. Es aconsejable verla en versión original con subtítulos.

Trailer:

martes, 1 de marzo de 2016

POVEDA

Goya Producciones y Three Columns Entertainment presentan un luminoso biopic, ameno y veraz, de San Pedro Poveda, sacerdote, pedagogo, humanista, innovador, fundador de la Institución Teresiana y mártir de la fe en 1936. Dirigida por Pablo Moreno (“Un dios prohibido”) y con guion de Pedro Delgado, la película muestra la trayectoria vital de Pedro Poveda (Linares, 1874 - Madrid, 1936) partiendo de su detención en Madrid por los milicianos en julio de 1936.

Durante la noche previa a su muerte, que pasa aislado en una checa, va narrando a sus verdugos en flashback su trabajo como sacerdote a favor de los pobres y analfabetos, y su actividad en diversas iniciativas sociales y educativas, muy innovadoras para la época, tanto en Cuevas de Guadix (Granada) como más tarde en Asturias y en Jaén, sufriendo además las incomprensiones y envidias de la curia.

Junto a Pepita Segovia (Elena Furiase) puso en marcha un novedoso movimiento de jóvenes maestras, dando origen a la Institución Teresiana y promoviendo así el reconocimiento de la igualdad de las mujeres y de sus derechos en España. Fue reconocido por la UNESCO como “Pedagogo y Humanista” y canonizado por Juan Pablo II en 2003 en Madrid.

La película, de gran sensibilidad visual, se ha rodado en los lugares donde vivió y trabajo Poveda: Guadix, Covadonga, Jaén, Madrid y en Ciudad Rodrigo. La fotografía y los guiones son luminosos en el desierto de las cuevas, donde organizó talleres para mujeres, escuelas para niños y niñas, comedores sociales, etc. que dejan luego paso a los verdes boscosos de Asturias. Allí, junto a la Santina, descubre su vocación y entiende que la educación es la clave para la promoción social y laboral de las personas y se da cuenta de que las mujeres no pintaban nada. Comienza a tratar a jóvenes maestras y a entusiasmarlas con su proyecto. En diversas ciudades pone en marcha varias Academias dirigidas por Pepita Segovia, la primera mujer licenciada en Educación en Jaén. Los últimos años en Madrid son sombríos, lo que denota también las circunstancias turbulentas y difíciles previas a la guerra civil.

Los actores están magníficos en sus papeles: Raúl Escudero como Pedro Poveda, Elena Furiase como la resuelta Pepita Segovia, Miguel Berlanga como el miliciano Felipe, bruto pero de buen corazón, y Silvia García, como Marina, mano derecha de Pepita Segovia.

La música no está a la altura y quizás sobra metraje pero, sin duda, la película es una excelente aproximación a esta figura gigante de la Iglesia y de la Educación, llena de optimismo, de amor y de esperanza. Se estrena el 4 de marzo.

Trailer:

https://www.youtube.com/watch?v=iAj9vzuVTGQ