Opera prima del director James Ward Byrkit, que es también guionista de
este thriller de ciencia-ficción, con Emily Foxler y Maury Sterling, en los
papeles protagonistas de Em y Kevin.
Un grupo de amigos se reúnen para cenar y ver pasar un cometa. Mientras
charlan, alguien cuenta lo que pasó en Finlandia en 1923, cuando un cometa hizo
que los habitantes de un pueblo quedaran completamente desorientados,
originando comportamientos muy extraños, e incluso una mujer llamó a la policía
alertando de que el hombre que estaba en su casa no era realmente su marido… ¿Puede
acaso repetirse ahora la misma historia?
Con estas premisas se estrena esta película de bajo presupuesto, realizada
en tan sólo cinco noches, en una habitación y sin ensayos. El bajo presupuesto y
la improvisación efectivamente se nota, y mucho, pues parece rodada con una
cámara al hombro por sus continuos movimientos, primeros planos, enfoques y desenfoques constantes, que
hace muy molesta su visión. La trama es aburrida y los problemas psicológicos
que intenta plantear no son ninguna novedad y no acaban de estar bien dibujados. La idea es buena, pero todo el tiempo amaga con algo
mejor que luego defrauda, se queda en nada, en unos cuantos “sustos” y una supuesta explicación basada en la física cuántica y en el desdoblamiento de la realidad.
A pesar de esto, el film ha sido ganador del Premio al Mejor Guión en
Sitges y Mejor Película en otros festivales fantásticos como FANT de Bilbao y
Amsterdam, pero realmente es una película tediosa e ‘incoherente’, que no lleva
a ninguna parte.
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