“The greatest”, de la productora DeAplaneta, es el primer largometraje de la directora Shana Feste, que ha querido hacer una historia cotidiana al estilo de "Gente corriente". Para ello, ha contado con un reparto de lujo.
Se trata de un drama que cuenta la historia vivida por una familia bastante desastrosa, que pierde al hijo mayor adolescente, Bennet (Aaron Jhonson), en un accidente de tráfico. Horas antes, Bennet se declaró a Rose (Carey Mulligan), compañera de instituto y volvían a casa tras mantener las primeras relaciones sexuales sin apenas conocerse. Los padres del chico, Grace y Allen (Susan Sarandon y Pierce Brosnan), destrozados, no saben cómo superar la pérdida; es entonces cuando Rose, sin nadie que la ayude, aparece y les dice que espera un hijo de Bennet... Cada uno asimila esta sorpresa de una forma diferente.
Se trata de un drama que cuenta la historia vivida por una familia bastante desastrosa, que pierde al hijo mayor adolescente, Bennet (Aaron Jhonson), en un accidente de tráfico. Horas antes, Bennet se declaró a Rose (Carey Mulligan), compañera de instituto y volvían a casa tras mantener las primeras relaciones sexuales sin apenas conocerse. Los padres del chico, Grace y Allen (Susan Sarandon y Pierce Brosnan), destrozados, no saben cómo superar la pérdida; es entonces cuando Rose, sin nadie que la ayude, aparece y les dice que espera un hijo de Bennet... Cada uno asimila esta sorpresa de una forma diferente.
La historia prometía bastante con este argumento, pero tiene un regusto amargo desde el principio hasta el final. El desencanto de los personajes, el ambiente social bastante lamentable, los guiones con esas frases pseudotrascendentes tan en boga... Ya es bastante penoso que la primera escena de la película sea precisamente la de la intimidad de los dos adolescentes el primer día en que se dirigen la palabra y que el lenguaje sea bastante burdo. Además, se plantea el aborto como algo tan válido como tener el bebé.
La familia a la que va a parar Rose está a punto de saltar por los aires: la madre, médico, tiene un carácter obsesivo y la relación con su hijo pequeño se reduce a analizar su orina para comprobar si toma drogas; el padre es un profesor de matemáticas, que acaba de salir de una aventura amorosa; y Ryan, el hijo menor, es un drogadicto y un acomplejado, abrumado por el aura de su hermano muerto. Mediante “flashback” nos vamos enterando de que Bennet era el mejor... pero no queda claro en qué exactamente.
Susan Sarandon está espléndida, como en todos sus papeles dramáticos. Me gustó ese detalle tan real y humano como despertarse llorando cada mañana al acordarse de su hijo muerto. A Pierce Brosnan estamos más acostumbrados a verlo como James Bond y en papeles de duro y no me pegaba mucho en este rol. Y en cuanto a la joven Carey Mulligan me parece que es bastante buena actriz y puede ser una revelación en el futuro.
De todas formas, “El mejor”, que se estrena el 1 de enero, es una película de la que se puede prescindir sin ningún problema y que, en general, no aporta gran cosa.
No me apetece verla
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