domingo, 29 de noviembre de 2009

Cuento de Navidad


La conocidísima obra de Charles Dickens, “A Christmas Carol” o "Canción de Navidad", no es en absoluto un cuento para niños.

Se ha llevado varias veces al cine, se ha parodiado infinidad de veces, y es que su fórmula tiene gancho por su contenido fantástico, por la envoltura navideña en que se desarrolla la trama y por su moraleja. Pero la novela de Dickens es tremendamente tétrica, producto de la época victoriana y de la mentalidad protestante en que fue escrita, tan lejanas de la alegre Navidad católica. Sin embargo, siempre hay sitio para la esperanza mientras hay vida.

En esta nueva versión animada, Robert Zemeckis es su productor, director y guionista. Creó en 2007 su propia productora, Image Movers Digital, con el fin de desarrollar esta novedosa forma de animación y, junto a la Walt Disney Pictures, ofrece este film navideño para toda la familia. Se trata de una historia en 3D realizada con la técnica denominada “captura de movimiento” (motion capture, en inglés), que permite almacenar digitalmente las interpretaciones de los actores y utilizar esa información para animar modelos digitales de personajes en animación 3D.

Ya en 2004, Zemeckis produjo y dirigió el largometraje con la tecnología de captura de movimiento titulado “The Polar Express”, protagonizado por Tom Hanks. Mucha gente cree que estas películas son sólo voces superpuestas pero son verdaderas interpretaciones de actores de verdad, aunque sin maquillaje, sin vestuario y en platós virtuales. En “Cuento de Navidad”, Jim Carrey interpreta a Scrooge en todas sus edades.

La historia comienza en la Nochebuena de 1843, en que el prestamista Ebenezer Scrooge (Jim Carrey) da muestras de su habitual mezquindad con su fiel secretario Bob Cratchit (Gary Oldman) y su entrañable sobrino Fred (Colin Firth). Esa noche, le visita el fantasma de su antiguo socio Jacob Marley, condenado eternamente por su avaricia e insensibilidad. Marley intenta evitar que Scrooge corra la misma suerte y le anuncia la visita de tres espíritus, los Fantasmas de las Navidades Pasadas, Presentes y Futuras, quienes le llevarán en un fantástico viaje a través del tiempo para que reconozca las verdades que no quiere ver... antes de que sea demasiado tarde.

La animación maravillosa en 3D, las secuencias sombrías junto a la vorágine de muchas escenas, sobre todo, el vuelo por el viejo Londres o las persecuciones trepidantes de los tétricos fantasmas, te hacen pasar un rato muy entretenido, quizás porque me gusta el cuento de Dickens, que por supuesto he leído en su versión original. De él tiene bastantes elementos, así como el de esa otra producción musical de la Paramount, “Muchas gracias, Mr. Scrooge”, interpretada por Albert Finney y Alec Guinness, con fantástica música, que también me encanta y suelo ver en estas fechas.

Id con toda la familia, comed palomitas y colocaos las gafas 3D para disfrutar... y sacad también la moraleja: tempus fugit.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Dos canguros muy maduros


"Dos canguros muy maduros" (Old Dogs) es una película de la Walt Disney que protagonizan Robin Williams y John Travolta, una de cuyas hijas por cierto interpreta a la pequeña Emily, hija del personaje de Williams.

Cuenta la historia de dos amigos desde la infancia que trabajan juntos en una importante empresa, y son como uña y carne. Uno está divorciado y el otro es un solterón de gustos caros. Están a punto de ultimar el gran negocio de su vida con un contrato multimillonario con otra empresa japonesa. Pero todo se complica cuando Williams debe hacerse cargo de la noche a la mañana de sus dos hijos mellizos de 7 años porque su madre debe pasar una temporada en la cárcel por un delito menor. Los niños son terroríficos, y todo es un desastre, pero poco a poco parece llegar el entendimiento.

La verdad es que me llamó la atención semejante pareja, ambos ya efectivamente muy "maduros"´. A mí Robin Williams me ha parecido el de siempre, un poco infantil, un poco histriónico y algo entrañable. A John Travolta le situaba menos en el papel de cuidador de niños, creo que no le va nada.

Pero el caso es que, a pesar de que toda la película es una comedia como tantas se han hecho de dos adultos inexpertos que han tenido que hacerse cargo de niños en los momentos de más trabajo, ha sido divertida. No hay sal gorda de las que les gusta poner a los guionistas en boca de tiernos infantes, aunque sean películas para menores; y hay momentos verdaderamente graciosos, como el lío de las pastillas y las escenas en el Zoo. Sin embargo hay carencias de guión tremendas, como el estúpido motivo por el que va la madre a la cárcel, la tontería del entierro del perro con cura y todo, o los estereotipos con que se trata el carácter japonés. Tampoco me gustó la excesiva concesión a que, para que los niños sean felices, hay que darles de todo y satisfacer todos y cada uno de sus caros caprichos, y a la voz de YA!

Pero se trataba de hacer una película para la navidad, llena de color y diversión. Al final, lo que importa es la amistad, la familia unida y el cariño de los que nos quieren por encima de las mejores oortunidades laborales o económicas. Así que yo le doy un aprobado alto. Pasaréis un buen rato.