¿Por qué, aunque el mundo está lleno de maldad, millones de
personas hablan con Jesucristo, creen en los ángeles y en los mensajes de la
Virgen María a los hombres? ¿Qué mueve a estas personas a creer en lo que no ven
en pleno siglo XXI?
El Abogado del Diablo
(Juan Manuel Cotelo) recibe una misión de su Jefa (Carmen Losa): investigar, sin miedo, a quienes aún confían en
Dios. ¿Son unos estafadores? ¿Unos estafados? Ha de llegar a la cúpula y
descubrir que sus creencias son falsas, desenmascarando a los artífices del
“invento”. Pero… ¿y si no fuera un cuento de hadas para incautos?
Con tales premisas, el Abogado
del Diablo se entrevista con diversas personas, que le explican las claves
de su conversión y cómo eran antes: un empresario de éxito norteamericano que
ahora colabora con su parroquia, un enfermero mexicano que por las noches
regala rosarios en los barrios más viciosos de la ciudad, una guía turística
croata descreída que ahora organiza peregrinaciones a Medjugorje, una top model
de vida desquiciada que ahora reza, un médico abortista que ahora atiende a
mujeres pobres, una bailarina de Las Vegas que acepta con alegría su esclerosis
múltiple… Todos han experimentado un antes y un después tras conocer a
Jesucristo. Y ahora son felices.
Estos testimonios y los viajes que realiza el Abogado del Diablo para “desenmascarar” a
estas personas y a los movimientos que promueven en la Iglesia, acaban
llevándole a la realidad del amor y de la paz interior… aunque estos hechos no
sean dignos de atención de los medios de comunicación. Y todo, aderezado a
través de una recreación muy tierna de la Historia de la Salvación y de la acción
de la Virgen María cerca de los hombres, con estampas de los Santuarios de Lourdes,
Fátima, Guadalupe… y Medjugorje.
Una película distinta que, a pesar de su duración, no se
hace larga. Es un soplo de aire fresco lleno de esperanza en la humanidad, que
hace que salgas del cine queriendo ser un poco mejor. Se estrena el 5 de
diciembre.
