Basada en hechos reales, esta producción francesa es una historia emotiva e ingeniosa sobre dos hombres que nunca deberían haberse encontrado por pertenecer a mundos dispares.Tras un accidente que le deja tetrapléjico, Philippe (François Cluzet), un rico aristócrata, contrata a Driss (Omar Sy) como asistente y cuidador, un joven senegalés procedente de los suburbios de París, con antecedentes penales y sin ninguna experiencia sanitaria. A pesar de la enorme diferencia en todos los aspectos, van a constituir un tándem perfecto que desemboca en una singular amistad, que los hace “intocables”. Driss le devuelve a Philippe las ganas de vivir con su sentido pragmático de la vida, pero el discapacitado también tiene mucho que ofrecer al inmigrante, que vive un drama familiar secreto.
Se trata de una comedia deliciosa, llena de momentos sólidos e inesperados, en los que se mezclan de forma hilarante Vivaldi y Earth, Wind & Fire, la dicción elegante y la jerga callejera, los trajes de firma y los pantalones de chándal… Las escenas en que Philippe le quiere inculcar a Driss el gusto por la música clásica, la de la incomprensión de Driss ante los cuadros abstractos en el museo de arte, o la del afeitado, entre otras, son memorables.
Está dirigida por Olivier Nakache y Eric Toledano, que han sabido acertar en la elección de actores y en el tono que le han dado al film: mucho humor como un canto a la vida, desdramatizar la adversidad, disfrutar con las cosas, mirar hacia delante con optimismo y aprender a percibir las necesidades y anhelos de los demás. Clausuró con éxito la última edición del Festival de San Sebastián. En Francia se ha convertido en un fenómeno taquillero.
Contiene algunos diálogos y detalles sensuales. A partir de 16 años.
