miércoles, 25 de agosto de 2010

El Aprendiz de Brujo

De nuevo la Walt Disney se une al productor Jerry Bruckheimer, y, de la mano del director Jon Turteltaub, realizan esta comedia de aventuras sobre un hechicero y su torpe y acomplejado aprendiz, que se ven arrastrados al epicentro de un antiguo conflicto entre el bien y el mal.

Balthazar (Nicolas Cage) es un brujo milenario que recorre el mundo hasta encontrar a su aprendiz y lo halla en el Manhattan de nuestros días. Allí debe defender la ciudad de su antiguo enemigo Horvath (Alfred Molina) y tratar de liberar de un maleficio a su amada Verónica (Mónica Bellucci), encerrada en una especie de tarro.

Pero tanto trajín Balthazar no puede hacerlo solo, así que recluta a Dave (Jay Baruchel), un estudiante normal y cobardica que oculta, sin saberlo, un gran potencial de magia heredado de su antepasado Merlín. Juntos deberán vencer a la malvada bruja Morgana y a sus secuaces, incluido un siniestro brujo chino y su dragón. Al mismo tiempo, Dave tendrá que salvar a Becky (Teresa Palmer), la chica que ama.

Con un guiño musical a “El aprendiz de brujo” de la mítica “Fantasía” –sin duda, la mejor escena de la película-, todo lo demás es una aparatosa, ruidosa y embrollada sucesión de escenas de acción con espléndidos, eso sí, efectos especiales. La historia, por lo demás, es un típico producto para adolescentes: muchas escenas de luchas, mucho espectáculo, magia a raudales, unas gotas de amor y argumento sin demasiada sustancia.